Me gustaría ser más pájaro para poder comer frutas rojas cada día sobre tu vientre. Rodar sobre nuestros cuerpos hasta convertirnos en cenizas del deseo, desintegrarnos muy despacio hasta que se fundan las horas en nuestras pieles, seguir volando entre susurros de placer mientras nos transformamos en pájaros surcando nuestro mar de náufragos. 27.7.18 Fotografía: internet
Que bien que fusionas en tempos pequeños y cortos, eso es lo que me gusta de tu poesía esa escondida claridad con la que juegas es casi efímeros renglones
Chapó!! siempre un placer asomarme a esta linda ventana.
Casualidad que ayer también publiqué un poema sobre frutas rojas, qué sorpresa me acabo de llevar, mi querida Rita, no me lo esperaba. Y qué ricas están ¿verdad?
Quien sabe si con nuestros deseos no somos un poco ellos.
ResponderEliminarParece que en este poema emerge el ansia de libertad de la autora.
Besos.
Libertad.... preciosa palabra.
EliminarGracias por tu comentario Pitt.
Besos.
Precioso. Pájaros seamos.
ResponderEliminarBesos Rita, desde Sudamerica con hijs y nietas.
Seamos...
EliminarDisfruta mucho de tu familia y de Sudamérica querida Myriam.
Besos enormes.
Sentir el tiempo quemándose en la piel y dejando ese reguero... madura el fruto cuando se está así.
ResponderEliminarQué bello es leerte mi querida amiga.
Mil besitos para tu semana ♥
¡Qué bonito lo dices siempre mi querida amiga!
EliminarMil besos.
Que bien que fusionas en tempos pequeños y cortos, eso es lo que me gusta de tu poesía esa escondida claridad con la que juegas es casi efímeros renglones
ResponderEliminarChapó!! siempre un placer asomarme a esta linda ventana.
Gracias por tus bonitas palabras hacia mis letras.
EliminarUn fuerte abrazo, Agapxis.
Y entre alas que se alzan en tan dulce revoloteo de deseos frambuesa, se escuchan susurros de piel y alma merodeando exquisitos por tus versos…
ResponderEliminarPrecioso, mi querida Rita.
Un abrazo enorme 😘
Deseos de frambuesa y susurros de piel, el tándem perfecto.
ResponderEliminarGracias mi querida amiga por tan bellas palabras.
Abrazos.
Casualidad que ayer también publiqué un poema sobre frutas rojas, qué sorpresa me acabo de llevar, mi querida Rita, no me lo esperaba. Y qué ricas están ¿verdad?
ResponderEliminarBesos enormes.
Maravillosa casualidad, lo leí y me encantó.
EliminarLas frutas rojas están buenísimas.
Besos enormes, María.
Buen vuelo.
ResponderEliminarMaravilloso.
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