Demasiado tarde
para empezar
la casa por el tejado,
para hacer coronas de flores
mientras se asoma
el acantilado de la prisa.
Es tarde.
Demasiado tarde
para volcar ilusiones
donde han quedado
licuados los sueños.
Demasiado tarde
para desoír
la luz sucia y desgastada
que entra sin hacer ruido
por debajo de la puerta.
Es tarde.
Demasiado tarde
para dejar que la soledad
crezca como el moho,
contagiando de melancolía
los sollozos
enroscados en la garganta.
A simple vista
parece tarde.
Nunca habíamos llegado
tan pronto
a difuminar las sombras
que mecen la noche.
3.6.21
Fotografía: álbum personal.
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Twitter: @c_grant1
Facebook: Rita
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