Desde mi ventana
veo la casa rosada
y los adosados
de tejas verdes.
Allí en frente,
la vida transcurre
llena de luces navideñas,
tráfico de viandantes
cargados
de sus vidas normales,
ajenos
a los que vivimos en frente
en el edificio metálico y marrón.
25/12/24 Torre B
ResponderEliminarque van siendo muchos
Potente poema con una carga conciencial de las realidades.
ResponderEliminarPrecioso!
Besitos!
Te voy a echar mucho de menos, mi querida Rita. Tu voz quedará para siempre en mi recuerdo, tus palabras y consejos. Siempre fuiste el abrazo sincero. Que la tierra te sea leve, amiga mía. Allá donde estés va mi abrazo.
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