lunes, 26 de diciembre de 2016
Pequeña oración nocturna
A Silvio.
Quiero un hombre sin ataduras ni banderas, atento al horizonte, un idealista con los pies en el suelo, que viva cada momento como si no hubiera mañana. Quiero amarle y que me ame, que nos queramos…, que nunca nos necesitemos, pero sí que nos ayudemos de vez en cuando..., que siempre nos apoyemos el uno en el otro; algo que puede parecer distinto aunque venga a ser lo mismo.
Además, quiero que sea poeta, que sus versos sean como flores que broten de plantas, unas plantas que cuide y riegue cada día...; su entretenimiento, pero también su sostén..., su manera de estar en el mundo, porque escribir poemas no es permanecer dormido ni escondido...
Quiero que sea un hombre feliz…, que me ame..., pero que sepa muy bien que habrán hecho falta millones de muertos para su felicidad…, nuestra felicidad.
Texto: Luis Cuesta
Fotografía: revista Drugstore
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Twitter: @c_grant1
Facebook: Rita
Poemario: Punto y seguido
Poemario: Se avecinan noches de tormenta
sábado, 24 de diciembre de 2016
El último día del Iceberg
Expo de Zaragoza, el último día del Iceberg 2008
Arturo y Martina han vivido su primer amor, solo tienen 6 años, pero nunca se olvidaran de esta Expo. Una lágrima se escapaba del ojito oblicuo de la pequeña, mientras él, se intentaba hacer el duro tirando piedras al río Ebro. Se despedían y quien sabe cuando se volverán a ver. Hijos de técnicos del Iceberg, han pasado el verano jugando con pingüinos, mojándose en las fuentes programadas , persiguiéndose entre pabellones, bailando en conciertos, aplaudiendo a las marionetas, paseando cogidos de la mano por la plaza Aragón y haciendo reír al equipo Focus. Martina nació en China, Arturo en Cataluña, ellos son los mas pequeños, pero seguramente su historia no es única. Este verano en Zaragoza habrán surgido muchas más. Gente de diferentes países y razas que se han conocido y enamorado, o que habrán trabado una fuerte amistad. Personas que se separan y que lucharan por que la distancia no sea el olvido.
Relato: Mar Eguiluz
Fotografía del Glaciar Perito Moreno by Mar Eguiluz.
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Twitter: @c_grant1
Facebook: Rita
Poemario: Punto y seguido
Poemario: Se avecinan noches de tormenta
viernes, 23 de diciembre de 2016
Excusatio non petita
Te avergüenza decir que eres poeta
la gente te mira raro
como si fueras de otro mundo
que vive en estado permanente de tormento
por eso te justificas inmediatamente después:
pero estoy terminando una novela
añades.
todo parece volver a su sitio
Poesía: Itziar Mínguez de su poemario "Que viene el lobo", editorial: Sistolá poesía
Fotografía: Internet
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Twitter: @c_grant1
Facebook: Rita
Poemario: Punto y seguido
Poemario: Se avecinan noches de tormenta
miércoles, 21 de diciembre de 2016
Terminar
Fotopoema: Mayelen
Fotografía by Te adoré, te perdí, ya ni modo
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Twitter: @c_grant1
Facebook: Rita
Poemario: Punto y seguido
Poemario: Se avecinan noches de tormenta
lunes, 19 de diciembre de 2016
Casi a mi alcance
Casi
a mi alcance,
entre los plateados árboles
que acompañan mi casa,
viajan las nubes caprichosas
dibujando aéreas cordilleras,
ligeras formas animales,
rostros.
entre los plateados árboles
que acompañan mi casa,
viajan las nubes caprichosas
dibujando aéreas cordilleras,
ligeras formas animales,
rostros.
¿Cómo
se gana la amistad de una nube?
¿Aceptará una nube ser mi mensajera?
...Porque hasta tu ventana llevaría,
vaporoso correo,
caricias esculpidas en su lomo,
huellas de besos,
chubascos de tristeza:
las cuitas de mi amor de meteoro.
¿Aceptará una nube ser mi mensajera?
...Porque hasta tu ventana llevaría,
vaporoso correo,
caricias esculpidas en su lomo,
huellas de besos,
chubascos de tristeza:
las cuitas de mi amor de meteoro.
____________________________________
Todos
los derechos reservados salvo copyleft
by
†xÎƧkØ De ‘Poemas primerizos’
Poema: Txisko Mandomán Xego
Fotografía: wikipedia
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Twitter: @c_grant1
Facebook: Rita
Poemario: Punto y seguido
Poemario: Se avecinan noches de tormenta
domingo, 18 de diciembre de 2016
ADMIRACIÓN
La exposición de fotografía me encantó. Aunque debía reconocer que solo estaba allí por ella, por mi mujer, por acompañarla. Era la primera exposición de su amiga y, según ella, debíamos estar apoyándola.
Acudieron unos tipos de esos que se hacen llamar entendidos, de los que cuando observan una obra, sea del tipo que sea, siempre ven cosas que tú no podrías ni imaginar. Gente que a mí, particularmente, me hacen parecer un inculto al no psicoanalizar el arte en el mismo grado que sus “excelencias”. Unas excelencias estiradas que se encontraban en este momento intercambiando palabras con mi mujer y su amiga.
Ana, mi esposa, hablaba con ellos sobre una de las fotografías y ellos la escuchaban y asentían. ¡Oh, admiraba tanto eso de Ana! Tenía una cualidad innata para sobresalir ante los demás y una extraordinaria capacidad de recursos para intercambiar opiniones sobre cualquier tema, a pesar de no ser una entendida en él. La observaba sin dejar de pensar lo guapa que era, la maravilla de persona que tenía a mi lado y cuánto la deseaba. Y en ese momento, viendo a esos entendidos de arte escuchándola con expectación y sin abrir la boca, la deseé como nunca. Sentí un impulso fiero que tuve que reprimir con fuerza, pues las ganas por apartarla de ellos, apoyarla en la pared, subir su corto vestido y hacerle el amor como un loco me pillaron desprevenido. Si bien terminaron dibujándome una sonrisa al imaginar hacer semejante acto delante de aquellos críticos de pacotilla. Ana con las piernas enredadas en mis caderas, jadeando sin parar, pidiéndome más, enardecida; y yo entregándome entero, embistiendo sus ganas, acometiendo su deseo, gimiendo a su compás hasta hacerla sucumbir al éxtasis para después, sintiendo su orgasmo, rendirme yo al mío. De seguro que esos tipos, con su estirada forma de ser, no tendrían ni idea de hacer algo así, en su vida habrían hecho gozar en condiciones a una mujer por miedo a arrugarse la piel.
Los ojos de Ana me buscaron y me hicieron una seña para acercarme, consiguiendo que la sonrisa se me borrara de la cara de inmediato. No obstante, como buen marido que era, me aproximé hasta ellos sin protestar, ni siquiera a mí mismo. Eso sí, lo hice tan solo porque ella me lo pidió, y yo la amaba tanto que era capaz de aguantar la verborrea de esos payasos expertos en hablar sobre el trabajo de los demás, pero siendo incompetentes en ver los muchos fallos en sí mismos.
Y de esa forma, prosiguiendo con mi observación, ahora desde la cercanía a la distancia de su rostro, pensé en cómo Ana me había hecho enteramente suyo. Cómo habiendo mujeres mucho más guapas que ella, con figuras de escándalo, con una forma de contonearse sexy y provocadora ninguna conseguía excitarme o hacerme fantasear con sus cuerpos. Ni siquiera llegaban a alterarme o a descentrarme. Sin embargo ella, con solo una sugerente mirada, me hacía desesperar. Reflexioné más aún y llegué a una clara conclusión, a pesar de estar el mundo lleno de mujeres mi alma solo palpitaba por una y no podía imaginar mi vida sin ella. Mi corazón, hacía años, se había tatuado el nombre de Ana y no podía ni quería pensar en otra mujer para compartir la vida. Mi amor, mi pasión y mi admiración, de manera absoluta y definitiva, estaban rendidos a sus pies.
Ana no era la mujer más guapa, ni la más sexy, ni la más graciosa o simpática. No. Ana simplemente era una mujer corriente, pero resultaba ser la corriente de mi vida y corazón. Tan solo ella, una mujer de extraordinarios recursos capaz de dejar con la boca abierta al mayor de los enteradillos.
Relato: Eva Zamora
Blog: Eva Zamora
Fotografía: wikipedia
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Twitter: @c_grant1
Facebook: Rita
Poemario: Punto y seguido
Poemario: Se avecinan noches de tormenta
sábado, 17 de diciembre de 2016
Conversaciones con la niña que fuí
Me miras con un gesto que no sé interpretar
quisiera pensar que es orgullo o satisfacción
pero temo que eso solo es lo que deseo yo,
no lo que sientes tú.
Me miras y pareciera que en tu silencio blanco me pides explicaciones
de cómo te traje hasta aquí.
Quizá este no era el viaje que esperabas
o quizá, la peor de las posibilidades,
te estés preguntando quien soy,
pues no me reconoces.
Me miras buscando respuestas que yo tampoco tengo.
Todo lo que hice fue dejarte crecer.
Poesía: Reve Llyn
Fotografía: wikipedia
Twitter: @c_grant1
Facebook: Rita
Poemario: Punto y seguido
Poemario: Se avecinan noches de tormenta
Suscribirse a:
Entradas (Atom)