![flores azules flores](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCxunNUd7QFpCI0ibFBm82biLQ9CgVAoLxBMKneERq_QXUNBXuwdf3DgCYb9ZdqWqWQR_ee0EjoVCiRBe2pTbFtAwYdeA6_c7Hb6x364kOJD8VpeWbjERzLatbOVbaY0toaQ7cGLrMmV4Y2B9LI5pAvCJ38ihiBvYGJNC2iINBYLJoJQV0BrcKNYFT_MM/w300-h400/1696243791519.jpg)
A la Plataforma de Afectados Líricos por la Asonancia (la PALA)
Primero vinieron a por el adjetivo
pero como no éramos Bertolt Brecht
y la fórmula dice
cuando no da vida, mata,
los poetas ni mu.
Luego vinieron a por los pajaritos
por su molesto mantra monótono
-agh, demasiados emes con música de moto-
y nosotros no dijimos nada,
porque los uniformes nos repelen
aunque se vistan de trino.
Los adverbios cayeron a la primera.
Quien se atreva a confesar
que ama
minuciosamente,
que tire la primera piedra.
La elipsis la salvaron.
-¡La elipsis mola!
¡Somos postmodernos!-, rugían;
-¡Levantad la asonancia
debajo está la playa!-
empuñaban los eslóganes
en sus talleres de vanguardia
(lo oculto tiene mejor fama que lo claro)
Después vinieron a por las flores
por su belleza repetitiva,
y hasta ahí podíamos llegar.
Montamos jardines.
Hicimos poemas sociales.
Nada más asonante que un latido,
quisimos argumentar
demasiado tarde
(cu cum cu cum cu cum)
Y la poesía, menos mal, fue abolida
por dar la tabarra con sus vocales.
Poema: Coke Martínez de su poemario "Golmajerías" Colección "Planeta Clandestino" #248. Editorial: Ediciones del 4 de agosto.
Fotografías: álbum personal