A mí me gusta escuchar y oler la lluvia cuando cesa.
Petricor parece que se llama ese olor.
Sin embargo yo no sé cómo nombrar el aroma de
aquella casa
tan visitada en mi infancia
mientras esperaba tras la puerta verde oscuro
cerrada con dos vueltas de llave. Dos.
El teléfono de aquella casa, el de mi abuela
también es verde oscuro.
Hace mucho que no se descuelga.
Debe echarla de menos.
Poema: Ventura Ruiz de su poemario "Diez mil quinientos ochenta y cinco días". Colección "Planeta Clandestino" #252. Editorial: Ediciones del 4 de agosto.
Fotografía: internet y álbum personal