Una sola ventana
iluminada
engulle la noche
convertida en maleza.
Allí,
donde solo duermen
las alimañas
del bosque.
La tierra
se abre
en un lamento
color sangre.
Grita
desesperada
envuelta en gases,
mortal veneno.
Nadie recuerda
el color del planeta,
ni el olor de sus mares
ni el sabor de su tierra,
ni el nombre de sus hijos.
A lo lejos
el volcán rugue.
Se lo lleva todo
sin dejar rastro.
Como una ventana
iluminada
en mitad de la noche.
Como un lamento
que brota incesante
para seguir vivos.
9.11.21
Fotografía: internet