El viento maneja mis emociones
y hace aflorar mis sentimientos.
El viento trae mis ilusiones
mantiene mis pensamientos.
El viento silba canciones
que yo solo entiendo.
¡Sopla!¡Sopla!
Arráncame mis sentimientos.
18/I/06
Fotografía: Wikipedia
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
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Soledad, palabra que me acompaña
en este viaje, hacia tu mirada.
Mi voz se pierde en el camino,
escucho los pasos de la noche
detrás de mi ventana.
La luna no ilumina tu silueta.
Miro la mañana, desde mi oscuridad,
la luz está al otro lado,
en otro camino, en otro tiempo, en otro amor.
En el olvido me escondo,
esperando que mires hacia atrás,
pero mi permanencia allí es vana.
De nada sirve esperar
una luz que se ha desvanecido,
de la ya que no queda nada.
Poesía: María Arenas
Facebook: Maria Arenas
Twitter:@maria208055
Fotografía: Wikipedia
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
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Veo tan hermosa.
Tan sonrosada, tan roja, a la Aurora!
Miro como se levanta el Alba.
Al fondo, en el horizonte,
majestuosa y dorada, como un ángel alado
está ella... Abarcando el infinito mar.
Envuelta estoy en su manto.
Me abraza el Alba.
Me despierta el sopor del sueño
que mis dormidos ojos se agarra.
Estoy en el letargo
de este dulce amanecer,
que entre su bruma me mece
y con su luz me adormece.
Estoy en tus brazos mi Amor.
Despertando al nuevo día
abro los ojos y te miro.
Quiero llenarme de ti, de tú presencia
y te siento, te amo, siento
tus labios en mi y te Beso
porque te amo mi Amor.
Y así...
Envuelta en la Aurora y Tú
quisiera siempre vivir...
No despertar jamás de este sueño,
que es mi sueño...Y tú.
Poesía: Fuensanta Nicolás
Blog : Bailando con la poesía
Web: Poesía Fuensanta Susurrando poesía.
Twitter: @PoetadelBeso
Fotografía: Wikipedia
Gracias muy especiales
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Compañía sumergida
en juegos de espejos.
Como arte de magia
busco corazones
que no estén helados,
que aún tenga latido.
Territorio inventado
donde no pueda sentir
que me falta el aire.
Fichas de dominó
sacadas de una chistera.
Mirando a los espejos.
Veo mi rostro.
Sé lo que veo.
17/X/12
A Pedro Ojeda Escudero
Blog: La Acequia
Fotografía: Pedro Ojeda Escudero
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Como estrella errante
buscando firmamento.
Como ave perdida
buscando el norte.
Como barco en la noche
buscando la luz de un faro.
Necesito volar
en aire salvaje.
Soñando con mil peces de colores
que encuentren el norte.
21/IX/13
Fotografía: Jesús Ortega
Web: Fotolog Jesús Ortega
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Twitter: @c_grant1
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A veces veo sueños
A veces te sueño
A veces eres mi sueño
A veces ensueño
Y si soñar a veces puedo
contigo sueño.
Amanece en beso tu alma callejera
que del anochecer la trajo cualquiera
Lo sabías y me dejaste
No querías y me dejaste
Lo dudaste y me dejaste
No pediste y me dejaste
Y al querer amarte
Te fuiste y me dejaste
-Como Gatos y ratones
bebiéndose en silencio
hacen que se conocen
desde hace tiempo-
Locura me libera
Locura me evade
Locura me inspira
Locura me invade
Locura me mate
¡Locura que sea
en ti, un instante,
es locura que te ame!
Quisiste enamorarme con tus besos
cuando me apuñalaban tus odios y celos
Hiel y rencor atrapado en tus palabras
cada vez que tus ojos me miran en mi alma
Lo sabías y me dejaste
Y al querer amarte
Te fuiste y me dejaste
Este poema forma parte del libro de poesía:
"69 miligramos de anestesia"
Primera Edición 2014.
Autor: David García Abejas.
Blog: David García Abejas
Contacto: david.abejas@gmail.com
Twitter: @elpoetarealista
Facebook: Elpoetarealista
Fotografía: wikipedia
Gracias especiales
Contacto: cosasquesiento@gmail.com
Twitter: @c_grant1
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De todas las aficiones que tenia, el pequeño huerto que había plantado en diversos cacharros era lo que más la llenaba.
Los edificios envejecidos y la maraña de antenas que tapaban el horizonte, eran todo el paisaje que podía divisar desde su reducida terraza; y el verde lechuga, sumado al rojo tomate, eran los únicos colores que daban vida al gris del paisaje urbano.
Poco a poco se fueron sumando más tonalidades a los vasitos de yogur y a las macetas recicladas. Tanto, que comer ensaladas se había vuelto, además de un placer, un orgullo conseguido con paciencia y dedicación.
De un tiempo a esta parte, había notado que venían pajarillos a picar sus lechugas, y resolvió dar vida a Bautista. Lo vistió con camiseta, pantalón y sombrero, pintándole una enorme sonrisa que expresaba mofa o felicidad dependiendo del momento en que se mirara. Cumplió su cometido a la perfección, ningún ave que se preciara, osaba volar cerca de sus dominios. Incluso llegó a ser un experto hortelano, atreviéndose a valorar sobre qué semillas eran las mejores y en qué momento había que plantarlas. En ese punto tuvieron varias discusiones, y las ensaladas, en consecuencia, no sabían igual.
Después de eso, su sonrisa socarrona había tomado un matiz perverso, o eso le pareció.
Y algunas noches su silueta esperpéntica la despertaba aterrorizada, cuando el viento soplaba fuerte y movía su camiseta hueca, llenándola y vaciándola, como si respirara tan fuerte que bailara al movimiento de los pulmones.
La decisión le costó, pues él también había nacido de sus manos y de su huerto. Lo fue desvistiendo hasta dejarlo desnudo en dos palos atados en forma de cruz y una cara de trapo. Aún viéndose despojado de sus ropas y cercano a la muerte, su sonrisa indicaba desafío, hasta que desapareció en el fondo de una bolsa de basura.
Después de aquel incidente, las ensaladas retomaron el frescor que solo pueden tener las hortalizas recién recolectadas, aunque lechugas, tomates, escarolas y achicorias tuviera que compartirlas con algunos gorriones, que a cambio, también aportaban vida al gris del paisaje urbano.
Relato: Abril Alanda
Blog: Entre azul y azabache
Twitter: @abrilalanda
Facebook: Blog Entre azul y Azabache
Fotografía: Wikipedia
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