Quiero desearos lo mejor para este nuevo año que está a punto de comenzar, un año lleno de cosas por descubrir, versos por escribir y momentos únicos por vivir.
Estaré varios días alejada del blog y de las redes sociales para poder disfrutar al máximo de la vida y de toda mi gente. Os espero a todos en enero, al lado del solsticio de invierno con nuevos versos e infinitos proyectos llenos de todas las cosas que siento y que no dejaré de sentir.
Gracias por volar conmigo hasta lo más alto y olvidar así el vértigo.
Desear un verano en mitad de tu invierno, sentir los rayos de sol en el corazón y el silencio aturdiendo mi cabeza. Sentir crujir el alma con mis últimas palabras como despedida.
Sentir tus manos calientes en mi cuerpo, y tu voz en mis oídos disolviendo mi lujuria, para enjaularnos juntos en la habitación del deseo. 16.11.18 Fotografía: internet
Mil ochocientos veinticinco días, ochocientas treinta y dos entradas, cuatro mil comentarios, mil quinientas fotografías. Este podría ser el resumen de estos cinco años en Cosasquesiento, pero me quedaría muy corta. Han sido cinco años maravillosos, se me han pasado en un suspiro.
Estoy muy agradecida a todos mis lectores, a los que me leen en el blog, a los que comentan cada entrada, a los que comparten mis poemas en las redes, a los que me leen pero no comentan y sobre todo a aquellos que habéis decidido aumentar vuestra biblioteca con mis poemarios. Agradecida a la poesía por ser la cómplice de conocer a infinidad de poetas y lectores que hoy en día sois parte de mi vida. Gracias a todos los que formáis parte de este sueño, que es este blog, sin vosotros sería difícil celebrar este quinto aniversario. Brindo por vosotros y por la vida. Brindo por cinco años más llenos de poesía a vuestro lado. Hoy Cosasquesientogracias a todos vosotros está de celebración, hoy cumplimos cinco años. Soy una chica con suerte.
Si tuviera que dibujar el mundo lo haría con la punta de tus dedos que saben de rutas inescrutables que terminan en mi cuerpo. Si tuviera que dibujar el mundo empezaría desde tu boca, para acabar en el último lugar del mundo, para respirarnos muy cerca amaneciendo muy pegados con las primeras luces del alba. 9.11.18 Fotografía: internet
No te encuentro detrás de la tormenta que ahoga mi corazón y espero que amaine para izar las velas que me lleven hasta tu piel. Para arribar en tus ojos y llegar a casa.