una mañana de viernes
quince noches después
llaman a gritos
al timbre de mi portal:
seriamente enfermo de amor
yo me encuentro en cama,
incapaz de salir de ella
sin la ayuda de tu mano
y el impulso de tu corazón:
pero creo reconocer tu voz
en el sonido cercano
y estimulante del obstinado timbre
y puedo verte en carne y hueso
cinco pisos más abajo
en la plaza de la soledad
con tu cesta de mimbre,
la urna con las cenizas de tu padre,
las dos maletas a cuestas
y tu perro
marcando de nuevo su territorio:
así que me falta tiempo
para plantarme en el pasillo
y preguntarle al portero automático:
¿sí? ¿quién es?
cartero:
pero a pesar del amargo
y doloroso desengaño inicial
ya estoy bajando de tres
en tres
y en cuatro
o cinco
los ochenta y seis escalones
que me separan del buzón:
confío de verdad
ciegamente
en que estarás esperándome dentro
con noticias ilusionantes
acerca de la buena vida en común
que vamos a tener a partir de ahora:
ven aquí, davichu
ven aquí, guapísimo mío
que te quiero, te quiero mucho
¿comprendes lo que es eso, david?
comprendo que luego
facturas y publicidad en una mano
he de agarrarme
con firmeza con la otra al pasamanos
y tomar aliento en cada rellano de la escalera
para ir subiendo de uno en uno
lenta, penosa y tristemente
los ochenta y seis peldaños
que me separan de este camastro
en que sigo tendido hoy en día y que
seriamente enfermo de amor
no pienso abandonar si no es con
ayuda de tu mano
y el impulso de tu corazón:
porque a mi entender
y corrígeme si me equivoco
si se puede seguir con la vida
si se puede seguir con la vida
si se puede
entonces no era amor:
sin tu aliento en mis oídos
y tu luz para cegar mis ojos
no puedo ver en la oscuridad:
francis scott fitzgerald:
Poema: David González de su poemario "Los equilibristas" (2021) Ediciones RaRo
Fotografías: internet y álbum personal
Qué belleza! Gracias por traer a este poeta! Una historia condensada en versos impecables.
ResponderEliminarbeso grande bonita!
Gracias a ti, mi querida Luna, por acercarte siempre con tanto cariño. Me alegra mucho saber que te ha gustado la poesía de David, para mi gusto es de lo mejorcito que tenemos en poesía contemporánea. Este poema es brutal y como bien dices una historia condensada en versos.
EliminarUn abrazo enorme, mi bella.
me has dejado en silencios
ResponderEliminarte aseguro que vuelvo
Muchas gracias Recomenzar y serás bienvenida. Estás en tu casa.
EliminarUn fuerte abrazo.
una belleza de texto, tan natural que hasta pude ver las escenas...
ResponderEliminarGracias por compartirlo..
Feliz fin de semana...
La verdad que sí, Berta, es un poema precioso. Muy visual, es como si lo estaríamos viendo desde fuera como espectadores.
EliminarMuchas gracias por acercarte y por tu bonito comentario.
Un fuerte abrazo.
Hermoso poema, un amor profundo a pesar de su dolor, pienso que no morimos de amor, a pesar que aveces eso pendamos.
ResponderEliminarGracias por compartir este genial poema amiga Rita, deseo pases un buen fin de semana, se feliz
A veces el dolor es tan intenso que parece que morimos de amor, pero bien sabemos que eso es casi imposible.
EliminarMe alegra mucho saber que has visto la belleza que encierran los versos de David, es una poesía brutal.
Gracias siempre a ti mi querido amigo por acercarte y arroparme con tus bonitas palabras.
Un abrazo enorme.
Gracias por compartir tão maravilhoso poema!
ResponderEliminarAs palavras tocam profundamente na alma e nos fazem estremecer...
Te deseo un buen fin de semana, Rita.
Un abrazo enorme!
É verdade que é um lindo poema do meu bom amigo David e fico muito feliz que você tenha gostado.
EliminarUm grande abraço, poeta.
¿Quién no ha creído morir de amor alguna vez?
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Cierto Rocío, a veces así lo creemos.
ResponderEliminarGracias por acercarte y por tu comentario.
Un fuerte abrazo.