estancias de luz pura,
latidos del corazón
como gaviotas
de amaneceres
crepusculares.
Hasta que todo se rompe.
¿De quién es la culpa?
¿Del emisor,
por fórmulas improbables?
¿Del receptor,
por ilusas esperanzas?
No lo sé.
Juzguen ustedes.
4.5.24
Fotografía: Pinterest
Mejor no hacer preguntas, ni juzgar, sino sentir y vivir la vida desde el corazón.
ResponderEliminarMe ha encantado por su originalidad, mi querida Rita, un placer leerte.
Un beso enorme y feliz otoño.