cuando más
bajo caigo,
más alto
me levanto
DAVID GONZÁLEZ
Caminar
por la cuerda floja
como una equilibrista
sin mirar abajo
para no sentir el abismo.
Vista al frente.
Brazos en cruz
para apartar
todo el aire sobrante,
para que nada
ni nadie
detenga tu camino.
Caminar
sola
siempre
tiene su recompensa.
Eres capaz
de llegar
hasta el otro
extremo
sin que nadie
te empuje al vacío.
KEPLER (2024)
Fotografías: Pinterest y álbum personal
Caminar con decisiones solitarias (que acaso nunca lo son del todo, siempre puede haber alguien en la sombra) refuerza. Hay que fortalecer las decisiones que nos empujan a caminar por cuerdas flojas, que hay varias de estas en la vida. ¿No mirar al abismo? Creemos que es la solución. Pero mirar el abismo de las cosas implica también medirlas y sortearlas y eso nos da más control. Cuidado con los abismos, no los diseñemos antes de tiempo.
ResponderEliminar