Estabas desnuda entre la gente,
te encontré gritando amor de entrañas
te encontré maldiciendo
escaparates de apariencia
palabras enmarañadas al vacío.
Estabas en la barra del bar
medio muerta en el olvido,
y los ojos tatuados en cemento
que cortaban los tallos de las alas,
y las bocas pronunciaban tus nombres
en los lechos del alma.
Estabas bella como el destino
feroz e implacable,
roías la piel de la cordura
bebiendo hasta saciar las serpientes,
estabas bella lo reconozco
vieja compañera de estas ciudades.
Poema by Gonzalo San Ildefonso
De su poemario "La piel de la cordura". Planeta Clandestino #152.
Editorial: Ediciones del 4 de agosto.
Fotografía: wikipedia
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