Ayer,
un espejo reflejó mi rostro en tus manos
desconocido y extraño, aparté la mirada
tus ojos nombraron la piel de otro
la sonrisa, un cuerpo, la vida
en mis manos el temblor
dijo, ocaso
tal vez, desconocido tiempo
velo despojado de sombra
límite inexacto de la conciencia
pensé…
el tiempo es un espejo de plata
en el centro mismo del corazón
latiendo vida en silencio…
un espejo reflejó mi rostro en tus manos
desconocido y extraño, aparté la mirada
tus ojos nombraron la piel de otro
la sonrisa, un cuerpo, la vida
en mis manos el temblor
dijo, ocaso
tal vez, desconocido tiempo
velo despojado de sombra
límite inexacto de la conciencia
pensé…
el tiempo es un espejo de plata
en el centro mismo del corazón
latiendo vida en silencio…
Poema: Luis Miguel Oraá
Fotografía: Roberto Arróniz