con la mirada de nácar caliente,
con el aliento de luz del Poniente,
imponente visión de los pecados.
Prostituta de ritmo chopinesco,
con las manos de reina de retrato,
Sentada al sol, acariciando a un gato,
halagada por un coro goyesco.
Triste mujer, tibio pan de pasiones,
admirable despego al sufrimiento,
oveja descarriada de la vida.
Melancólico goce en corazones,
cerebro con un solo pensamiento,
torre de fuego en las sombras sumida.
Venus te canta con su dulce acento
la canción de tu historia dolorida.
Fotografías: Cuadro de Egon Schiele: "Mujer sentada con la rodilla en alto" en carboncillo, aguada y acuarela sobre papel 46x30,5cm.(1917) y álbum personal.
Dos monsttruos: uno de la escritura, otro de la pintura.
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